Afrodita: La diosa del amor de mayor influencia en la antigüedad

En la tradición grecolatina, el amor, la lujuria y el sexo tiene su propia diosa: Afrodita., una de las deidades más veneradas en la antigua Grecia, pues contó con grandes templos en las principales ciudades y santuarios. El mito del origen de esta divinidad está vinculado con la propia etimología de su nombre.

¿Cómo nació Afrodita?

La palabra griega Aphros significa espuma, de modo que muchos sostienen la creencia de que ella nació del mar. De acuerdo al mito más antiguo, planteado por el poeta Hesíodo, luego de que Cronos arrancara los genitales a su padre Urano, arrojó sus restos al mar, exactamente en las costas de Pafos (en Chipre).

De la combinación del semen y la sangre de Urano con la espuma del océano, apareció la diosa del amor, en una edad ya adulta. Este mito acerca del nacimiento de Afrodita es el más famoso y ha llegado a inspirar a artistas de todas las épocas.

Pero, hay otras versiones que sugieren un origen distinto. Según Homero, esta deidad griega era hija de Zeus y Dione, una diosa que terminó perdiendo su relevancia en el panteón griego.

Sin embargo, a pesar de la disyuntiva, hay un punto en el que sí coinciden los escritores antiguos, y es que Afrodita no tuvo infancia, sino que nació siendo adulta, con una anatomía madura y lista para ser deseada por los mortales y dioses.

Afrodita, su esposo y su amante

Afrodita fue entregada en matrimonio al dios del fuego, Hefesto, como una forma de compensación de sus padres por su apariencia deforme y fealdad. Pero, esta unión no fue dichosa para la diosa, dado a que la malformación de su esposo acabó repugnándole.

Por lo tanto, terminó engañando a Hefesto con el apuesto dios de la guerra, Ares. Ambos comenzaron una relación adúltera, la cual intentaron ocultar al resto de las deidades, pero el secreto no duró mucho. Helios, quien desde la cima del  firmamento observa todas las actividades de las divinidades y los mortales, descubrió las travesías de Afrodita y no dudó en comunicárselo al esposo de  la diosa.

Hefesto, tras recibir la noticia de la infidelidad de Afrodita, tomó la decisión de humillarla junto con su amante. En su sed de venganza tejió una red de plata irrompible y esperó el momento en el que Ares y su esposa se encontraran intimando en el lecho para arrojar sobre ellos la red mágica.

Los amantes quedaron atrapados por el objeto y Hefesto para poner en evidencia la traición de su esposa, llamó a todas las divinidades para que vieran sus cuerpos desnudos unidos. Afrodita, muy avergonzada, le imploró a su esposo que la liberara, prometiéndole que rompería su lazo con Ares.

Al ver la manera en que su esposa le suplicaba, al dios del fuego se le ablandó el corazón y optó por retirar la red para acabar con el suplicio al que había sometido a los amantes.

En definitiva, Afrodita tuvo una gran influencia en la Antigüedad, por ello, recibió una atención desbordante, tanto así, que de ella surgieron muchos mitos y todo tipo de cultos a lo extenso y ancho del Mediterráneo.